
Es necesario efectuar un reconocimiento médico completo para descartar otras causas de las deficiencias cognitivas. Por ejemplo, las interacciones de los medicamentos o los pequeños derrames cerebrales frecuentes pueden causar demencia. Es posible que se diagnostique Alzheimer si no se halla otra causa para la misma. Sin embargo, no se puede hacer un diagnóstico definitivo de Alzheimer a menos que se efectúe un examen del cerebro durante la autopsia.
El equipo de profesionales que participaría en el diagnóstico de la demencia podría incluir:
• Médicos
• Neuropsicólogos
• Patólogos del habla y el lenguaje (también llamados en español logopedas, fonoaudiólogos, terapeutas del habla o foniatras)
• Terapeutas ocupacionales
• Trabajadores sociales
• Miembros de la familia y otras personas al cuidado del paciente
El equipo hará preguntas sobre la memoria y otros problemas que pueda tener el paciente. También se recopilará información sobre la manera en que estos problemas afectan las actividades cotidianas. Se pueden administrar varias pruebas para evaluar las funciones cognitivas. El diagnóstico y el plan de tratamiento dependerán de los resultados de la evaluación.
Existen varios medicamentos que parecen retardar la progresión de los síntomas, pero no ofrecen reversibilidad de los daños causados por la enfermedad. Lo más común es que se utilicen técnicas de reeducación de comportamiento para ayudar a la persona a recordar información importante o a efectuar las actividades cotidianas.
El patólogo del habla y el lenguaje puede ayudar al paciente con demencia a usar estrategias para conservar la mayor cantidad de tiempo posible las funciones cognitivas y de comunicación. Algunos ejemplos de estas estrategias son:
• Usar pistas por escrito para completar tareas o ayudar a recordar
• Crear "cuadernos de memoria" para ayudar a recordar la información personal
• Capacitar a los miembros de la familia u otras personas al cuidado del paciente para comunicarse mejor con la persona que tiene demencia (ver los ejemplos de abajo)
Si el paciente tiene problemas de deglución, el patólogo del habla y el lenguaje puede trabajar con la persona para asegurar que pueda tragar sin riesgos.
Esto puede incluir enseñar estrategias compensatorias o alterar la dieta del paciente de modo que éste pueda comer sin correr el riesgo de atragantarse o enfermarse.
El objetivo primordial de toda intervención es conservar la mayor cantidad de tiempo posible la calidad de vida de la persona.
Créditos: www.asha.org
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